El
cambio climático va a afectar a varias cosas del medio en que
vivimos. Y no sólo es el derretir de los polos, también afecta a
las especies animales (humanos), vegetales y, cómo no, a los hongos
y sus frutos, las setas. En Aragón y España, incluso en parte de
Europa, la tendencia a que la primavera y el otoño (épocas
lluviosas) sean unas estaciones cada vez más cortas y el aumento de
las temperaturas son ya una evidencia (se ha empezado a poner cepas y
a hacer vino, por primera vez en la historia, en el sur de
Inglaterra). La polución afecta claramente, en algunas zonas, a la
calidad e incluso a la cantidad de especies de setas (en Alemania,
por las lluvias ácidas, hace ya muchos años que es rarísimo
encontrar robellones y eso que, según los abuelos, era una seta que
abundaba). También la cantidad de buscadores (pero esto, si son
respetuosos con el campo, no es un problema) hace que se encuentren
menos setas. Todo esto va a hacer que posiblemente cada vez haya
menos años buenos de recolección masiva y temporadas largas. Nos
iremos a Galicia y León. Que me lío.
Si
se va reafirmando el pronóstico, será bueno conocer cuantas más
especies (comestibles) mejor y así poder llenar la cesta aunque sea
de varias seticas diferentes. Todo este rollo lo he soltado, aparte
de para denunciar el maltrato al que estamos llevando al planeta,
también para exponer una de las recetas que más he cocinado.
Caponata
de setas,
recordar que mis recetas siempre son para 2 personas.
Ingredientes:
150
gramos de setas frescas variadas, 1 berenjena grande cortada a dados,
1 guindilla fresca cortada a láminas (si no tienes, usa cayena), 4
dientes de ajo picados, 2 hojas de apio picadas y unas hojas de
perejil picado. Aceite de oliva virgen extra (si no te gusta cocinar
con virgen, otro a tu gusto), 1 cucharada de vinagre blanco (bueno,
si tienes), 1 cucharada de azúcar, sal y pimienta.
La
caponata es una receta típica de Sicilia, pero ésta que propongo es
una variación de Antonio Carluccio, una idea para poder hacerla con
setas y os garantizo que es muy interesante.
Como
siempre, limpiar bien las setas, si son muy grandes trocearlas.
Antonio recomienda sumergir los trozos de berenjena en agua, dejarla
un rato en remojo y secarla, así chupa menos aceite.
Receta:
empezaremos
echando aceite en una sartén o paella (una cantidad generosa) para
hacer la berenjena, dorarla por todos los lados y retirarla. Freír,
en el mismo aceite, el ajo y la guindilla (más o menos un minuto),
añadir las setas, saltearlas sin dejar de remover, echar los dados
de berenjena, el vinagre, las hojas de perejil, el apio y el azúcar.
Se deja todo a fuego lento 10 minutos, salpimentar y servir. Se puede
poner sobre una tostada o como guarnición, sirve tanto para
acompañar pescado como carne. A mí me encanta comérmela
acompañando a una tortilla de un huevo de corral y con un vino
blanco seco del Somontano o Albariño o de Baden o del Sautemes o de
la Rioja o de Rivera o del Priorat o Lala. Ji.
De
esta receta saqué una conclusión y es que la berenjena, en textura,
se parece mucho a alguna seta y cuando está mezclada casi ni se
distingue. Cuando tengas invitados y tu recolección no haya sido lo
espléndida que esperabas, siempre puedes agrandar el plato de setas
con berenjenas o bien (creo que mejor aún) con esta suculenta y
fácil receta.
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